No solo hay que ajustar el gasto público para disminuir el déficit, hace falta que fluya el crédito, y los bancos en plena reestructuración. De modo que hay que hacer cambios profundos en estas entidades, no podemos seguir pagando la crisis, la clase media a través de , clausulas, tipos y comisiones abusivas que lo que hace es crear mayor desconfianza y desconcierto. Nadie se atreve a cortarle las alas a las entidades financieras. Siguen dando beneficios en muchas ocasiones inflados para obtener créditos blandos con los que refinanciar sus activos tóxicos, que no consiguen liberarse de ellos por completo. Si no cambia el sistema financiero español, ni en el 2014, empezaremos a ver la luz del túnel, de modo que, entidad que a 30 de junio no hay reestructurado su deuda, debe ser intervenida. El gobierno, mientras tanto debe poner en marcha los mecanismos para la conversión del banco de España que haga no solo la función de llevar las cuentas del Estado, sino de entidad crediticia. Esto es intervencionismo en toda regla. La reestructuración debe ir encaminada hacia la concepción de una banca privada fuerte con un protagonismo y responsabilidad pública, de forma que el 25% de sus beneficios vaya a la dotación del fondo de reestructuración, así el Estado no tendrá que poner un duro , a la hora de intervenirlas o prestarles créditos para refinanciar sus deudas. Y una función pública, con otro 25%, de sus beneficios, destinados a obra social, y eliminar, todas las deducciones del impuesto sobre sociedades, con lo que el Estado recaudaría al menos un 35% más de lo que lo hace actualmente, de modo que, primero tributarían por el beneficio neto obtenido y después deducirían, ya que la cifra base del reparto de dividendos deben ser el del 50% de los beneficios después de impuestos. Asimismo, un impuesto sobre transacciones de capital, en España, todo el dinero que sale debe llevar el gravamen del 35%, para ello, todas las operaciones mayores de 2500 € deben de pasar por cuenta, y los bancos deben estar obligados a declarar por las operaciones de más de 2500 €, señalando nombres y apellidos de quien saca el dinero. Y perseguir las fugas de capital, que es otro de los problemas que tenemos, las remesas de euros que los 10 millones de extranjeros han estado durante los últimos años sacando de España. Para ello, en la Unión europea se debe de colaborar, con una primera medida de choque, armonización de la imposición indirecta, en un tipo único para las transacciones europeas, en torno al 20%, denominado iva comunitario, bienes de primera necesidad, al tipo 0.
JMGS
Economista
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Mi Opinión